Transcripción:

Rick Griffith.

Pienso de manera distinta en torno a los roles del artista y el activista y el diseñador porque la estructura de las recompensas de cada uno es totalmente distinta. Y la motivación también. El artista produce arte en buena fe, como una meditación del mundo como es. El activista intenta cambiar al mundo, defendiendo a los más vulnerables en contra de lo injusto. Y el diseñador le permite a otras personas definir el problema de la manera en que lo ven, y si estoy de acuerdo, bueno, entonces actúo como diseñador y utilizo mi trabajo para apoyar es a idea.

Y a pesar de que todos estos roles están en la orbita del mismo sentido de lugar y el mismo sentido de pertenencia y el mismo sentido de otredad, la manera en la que me comporto como artista es en mi forma más implacable. La manera en la que me comporto como activista es con mi forma más implacable. Y la manera en la que me comporto como diseñador es como una persona que esta esperando transmitir una idea que es muy útil y valiosa para un grupo de personas o audiencia, y que esta audiencia puede o no ser mía.

Herramientas. Sí, hay muchas razones por las cuales la palabra “herramienta” es una buena idea para esta exposición. Pero me he decidido por esta historia para ustedes. Cuando nos enfrentamos a la injusticia en nuestra juventud, utilizamos nuestros cuerpos. Peleamos, gritamos, nos reunimos, y ponemos nuestros cuerpos frente a los mecanismos del fascismo. Nuestros cuerpos, y nuestra mera existencia, se interponen fuertemente a lo maligno. Bueno, utilizamos nuestros cuerpos para la acción adecuada. Y lo hacemos porque somos jóvenes y somos fuertes. Al envejecer, la repulsión y el enojo aún persisten. Aún están ahí, pero nuestros cuerpos se vuelven más vulnerables al tiempo y a la enfermedad y a la responsabilidad. Pero, por suerte, con todos los años de pelea, nos volvemos más astutos, más sagaces, más inteligentes. Y en la ausencia de mi cuerpo joven, peleo con distintos tipos de aparatos. Para mí, todo está en las herramientas, herramientas como el lenguaje, herramientas como las imprentas, herramientas como mi mente, la cual puedo activar cuando es necesario.

El último año ha sido muy extraño, extraño en mi rol como padre, extraño en mi rol como diseñador, como activista. Y tengo que decirlo, creo que todo mundo tiene la oportunidad y el derecho de responder a este año que está quedando atrás de la manera en que quiera o pueda. Si hablo de mí mismo en torno al año anterior, puedo decir que, en un momento, bebí mucho. Así que deje de hacerlo. En algún momento, sentí demasiado. Así que comencé a pensar. Llegue al punto en que penaba demasiado. Así que comencé a sentir. No es posible comprender lo que tanto aislamiento le puede hacer a una persona. No hay entendimiento de lo que la libertad de movimiento significa. Mi manera de lidiar con todo esto ha sido en cierto sentido una trampa. Ser productivo. Escríbelo todo, hazlo todo, se todo, ve todo, siente todo.

Así que he estado trabajando mucho, y ese trabajo me lleva a más trabajo, y ese trabajo me lleva a aún más trabajo. No he perfeccionado la tecnología de la siesta, pero sí he sido capaz de darme días completos sin trabajo, los cuales dedico a mi sanación o a mi sanidad o a mi seguridad. Pero sí diré esto: solo voy a darle vueltas a este lugar de esta manera una sola vez. Y si soy capaz de hacerlo, y si estoy metido de lleno en ello y enfocado, voy a a hacer todo lo posible por cambiar esta atmosfera, para cambiar este ambiente, para cambiar la manera en la que funciona este lugar, para que se ajuste a las necesidades de las personas que me importan y que son las más vulnerables. Es un buen momento para querer hacer las cosas mejor. Y si tienes el conocimiento y las aptitudes, y si tienes las oportunidad, y si tienes los recursos, entonces hazlo. Y si no, entonces espera. La ayuda está en camino.