Transcripción:

Creo en poder crear momentos de alegría espontánea para la gente, y aquí hay un ejemplo de una conversación que tuve en la Universidad de Colorado con Giulia Bernardini sobre La Belle Époque, del tiempo en el cual vivieron Monet y Manet. La sorprendí con algo que no vio venir.

 

[Brenton:]

Primero, si hubiera solo una frase, una palabra, una idea que pudieras dejar a quienes nos escuchan, ¿con qué los dejarías?

 

[Giulia Bernardini:]

Preguntas

 

[Brenton:]

Increíble. Si tuvieras que quedarte atorada en una isla desierta con una persona de La Belle Époque…

 

[Giulia Bernardini:]

No. Por favor no me hagas estas preguntas, Brenton. La gente siempre me pregunta, ¿quién es tu artista favorito? Y siempre quiero correr a esconderme.

 

[Brenton:]

Sé que sería con tu artista favorito.

 

[Giulia Bernardini:]

Ay, Dios mío.

 

[Brenton:]

Podrías escoger dos, si quieres.

 

[Giulia Bernardini:]

Creo que escogería a Eduardo Manet.

 

[Brenton:]

Manet.

 

[Giulia Bernardino:]

Sí, porque estoy segura que me divertiría mucho con él.

 

[Brenton:]

¿Ah, sí?

 

[Giulia Bernardini:]

Sí, le encantaba comer y le encantaba reírse, pero algo me dice que era muy astuto con las palabras. Y después, creo que sería Mary Cassatt, creo que ella sería un buen contrapunto a Manet.

 

[Brenton:]

Y mi última pregunta para ti es, ¿qué es algo que en tu opinión necesita el mundo ahora?

 

[Giulia Bernardini:]

Creo que debemos ser más gentiles unos con otros.

 

[Brenton:]

Mm. Hay algo divertido que me gusta hacer, y nada de esto está planeado de antemano, veremos qué sucede.

 

[rapeando]  Fue magia, justo como Houdini, una bella conversación con Giulia Bernardini.

Hablamos sobre varias cosas, hablamos del corazón. Hablamos de la bella Belle Époque, hablamos sobre arte.

Porque en este momento, cuando estás buscando gloria, no te hagas el gran hombre, porque siempre hay una historia más profunda.

Porque justo ahora, hay que jugar con nuestra historia, está atrapada en una isla, y por supuesto, escogió a Manet.

Era un hombre bullicioso y era también afable, aparentemente el hombre que trajo la fiesta.

Y está muy bien en esa isla, que hace mucho calor, que hay que balancearlo con una tal Mary Cassatt.

Nos estamos divirtiendo, nos sentimos muy sublimes, porque cuando estábamos en Paris, decían que había mucho crimen.

Porque ahora, no podríamos pasar, había muchas malas ideas sobre la clase peligrosa.

Classe dangereux es entre él y ella. Era un misterio, y para algunos un maleficio.

Porque debíamos levantarnos, teníamos que tomar el escenario, cuando ves arte, es hora de dar vuelta a la página. Así que Giulia quiere darnos una lección, si tiene solo una palabra, dice que es hora de preguntar.

Es hora de preguntar, es hora de ir más adentro, preguntar sobre los hombres en los costados, preguntar sobre quienes son siniestros. Así que ahora, ya que viene de lo mental, si el mundo necesita sólo una cosa, es que seamos más gentiles.

Así que Giulia Bernardini, tuviste la mejor actitud. Gracias por estar aquí, me dejas muy agradecido.

 

[Giulia Bernardini:]

Dios mío. Estoy tan conmovida. Brenton, eso fue muy bello.